6 may 2011

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EXPANSIÓN Y POSESIÓN PARA UNA VIDA DE MULTIPLICACIÓN

El desconocer la importancia que el servicio tiene, nos impide ejecutar el llamado de Dios. Es muy importante que recibamos la revelación de que, sin servicio, no podemos tener autoridad ni llegar a ser victoriosos en nuestra vida cristiana.   


Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante Él y pidiéndole algo. Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos a para quienes está preparado por mi Padre. Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Más entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Mateo 20: 20-26

YO, MI, MIO, YO MISMO… Hoy vemos centenares de personas con los brazos levantados, como si estuvieran adorando un altar; y debajo de ese monumento está escrito: CULTO AL EGO. Y alrededor de este altar, cuatro afirmaciones populares, que usan en conocidos anuncios comerciales: “Haga usted lo que quiera”, “Hágase usted mismo un favor”, “Usted tiene una deuda consigo mismo”; “Usted merece algo bueno hoy”. Es la condición del mundo de hoy. Las personas piensan en si mismas y no en los demás. Cantidades de libros se escriben hoy al egoísmo y la autosatisfacción, los cuales se convierten en los Best-Seller  más vendidos. Este es el motivo por el cual a muchas iglesias  le faltan obreros, motivo por el cual muchas personas se divorcian, cónyuges que no quieren servir a su pareja. Este egoísmo colectivo causa grandes problemas que se ven en nuestra sociedad y en nuestra vida personal; fracaso de empresas, de matrimonios, manipulación y control de los líderes que dirigen al pueblo de Dios. No existe un espíritu de servicio; lo único que interesa a la gente es obtener su propia satisfacción.
¿Cómo fue en el principio de la Creación? El hombre fue creado para obedecer, para que fuese Señor y Siervo; pero debido a su caída, desobediencia, hubo grandes consecuencias; Dios hizo al hombre para que fuera Señor y Siervo, pero el hombre escogió ser Señor únicamente; Dios le dio al hombre la capacidad de ser un dador y un receptor, pero el hombre escogió ser un receptor únicamente; Adán fue creado para ser Señor y Sirviente, pero escogió ser servido sin servir a nadie. Se convirtió en esclavo  del pecado y allí, inició su monumento al ego. Desde entonces, a ningún ser humano le gusta servir a otros, porque esto va en contra de su naturaleza caída.
Jesús cambió esa mentalidad. Mateo 4.17 nos dice: “Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el Reino de los cielos se ha acercado”. Recordemos que la palabra arrepentíos significa: cambiar la manera de pensar, cambiar la mentalidad. Jesús trajo otra perspectiva de lo que significa servicio. Él vino para eliminar la manera egoísta de pensar del ser humano caído. Si usted antes vivía, pensaba y servia para sí mismo, ahora cambie de mentalidad, comience a servir a otros, piense en otros, ame a otros, pues así es la mentalidad del Reino de Dios
Cambiemos la mentalidad e la Iglesia tradicional, donde la costumbre dice que hay dos tipos de individuos: Los sacerdotes y los laicos y que los primeros son los únicos que tienen dones y habilidades para servir a Dios, y los segundos son los que se sientan en una silla cada domingo sin involucrarse en nada más. Pero jesús vino en contra de esa mentalidad y nos dice que cada miembro de la iglesia es un Ministro, es un siervo y está capacitado para llevar a cabo la obra de Dios.
Jesús vino a cambiar tres tipos de mentalidad: que dejemos de vivir para nosotros mismos, haciendo algo por nuestro prójimo; que no sólo los que están en el ministerio están llamados a servir, cada persona en el Cuerpo de Cristo tiene una gracia, un don, para llevar a cabo una parte del trabajo en el Reino de Dios; y que, para llegar a la grandeza, no hay que enseñorearse ni tomar la autoridad a la fuerza, sino que se consigue por medio del servicio a otros.
Jesús es nuestro ejemplo perfecto. Filipenses 2:7 dice: “Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”

P.s John D. Lambraño

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