Efesios 4:17-27 “Lo que les voy a decir es una advertencia del Señor: dejen ya de vivir como los que no son creyentes, porque ellos se guían por pensamientos inútiles. Ellos son ignorantes y no entienden; se niegan a escuchar. Por eso están alejados de la vida que viene de Dios. Han perdido la vergüenza, se han dedicado a la inmoralidad y se entregan cada vez más a cometer toda clase de perversiones. Pero eso es muy diferente de lo que aprendieron ustedes acerca de Cristo. Sé que ustedes han recibido su mensaje y han aprendido la verdad que está en Jesucristo. Se les enseñó a dejar atrás la forma de vida que llevaban antes. Ese viejo ser de mal en peor por los deseos engañosos. Aprendieron a vivir una nueva vida en mente y en espíritu. Sean gente nueva, buena y santa, creados a imagen de Dios. Así que dejen las mentiras y digan siempre la verdad porque todos formamos parte del mismo cuerpo. No permitan que la ira los haga cometer pecados; que la noche no los sorprenda enojados. No le den ninguna oportunidad al diablo para que los derrote” (Versión Palabra de Dios para Todos)
Todo cristiano debe entender que ya murió al viejo hombre y que ya ha crucificado la carne con sus pasiones y deseos y, que ya es libre de todo pecado y de toda condenación. Según 2 Corintios 5:17, Cristo ya nos hizo nuevas criaturas y por lo tanto, ya no debemos vivir de acuerdo a nuestra vieja y pasada manera de ser; porque somos nuevas criaturas, por lo tanto, el cristiano de verdad ya no debe andar como el mundo anda, sino aprender a vivir bajo el sistema de Dios.
Antes nos decían dos palabras y respondíamos cuatro, vivíamos enojados, malhumorados, amargados, haciendo cara de limón. Hoy, gócese en el Señor porque los cristianos somos sonrientes, felices, y aún en las pruebas estamos contentos; porque sabemos que tenemos una esperanza en el Reino de los Cielos y que a pesar de las circunstancias Dios está con nosotros.
Hoy le pregunto ¿Cuál es su carácter? Sabe que su carácter pasado representa su vieja naturaleza y manera de vivir; la vieja naturaleza representa el sistema del mundo; así que no tenemos porque tener una mente religiosa y nuestra manera de ser, de pensar y de hablar debe ser diferente a la del mundo, porque somos nuevas criaturas en Cristo. La Escritura nos dice: “Pues ya no vivo yo, más Cristo vive en mi”, pero muchas personas no quieren cambiar su manera de ser, porque esto significa despojarse de las pasadas maneras de vivir.
Carácter significa: personalidad, naturaleza, genio, temperamento, humor, ánimo, firmeza, voluntad, forma, estilo, tipo. Eso quiere decir, según la sicología del mundo, que la personalidad del individuo está dividida en 4 tipos de carácter: el colérico, el flemático, el sanguíneo y el melancólico. ¿Con cuál de ellos se identifica o son compatibles con su personalidad? Estos tipos de carácter, representan el carácter del mundo y no el de Dios; el Señor no quiere que usted sea así o que viva bajo este sistema que ha sido adquirido por la naturaleza de pecado. ¿Saben por qué personas no están cambiando, aunque se dicen cristianos? Porque todavía quieren vivir o están viviendo en su carne y no en la Palabra viva por el Espíritu Santo y todavía no han muerto a sus pasiones y deseos. Efesios 4:21-22 dice: “Si en verdad le habéis oído y si habéis sido por El enseñados conforme a la verdad que está en Jesús. Despojaos del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos”; en otras palabras, que está acostumbrado o que está viciado a vivir su vida antigua.
¿Cómo tener el Carácter de Dios? Hay que buscar a Dios y su Palabra en ayuno y oración así, El va a revelar la fuente de todo problema en su interior; El va a quitar toda ceguera para que pueda ver. El Manual de Fabricante (La Biblia ) aconseja: Ef.5:1-2 y Col.3: 1-17.
Si verdaderamente quiere cambiar, tiene que ser alimentado por su nuevo espíritu, revestirse de su nueva naturaleza espiritual. Sea lleno del Espíritu y se manifestarán los frutos de El.
Su carácter le puede llevar al fracaso espiritual, al fracaso en las relaciones, al fracaso total o a la victoria total en Cristo. Dios quiere que usted y yo seamos humildes, mansos, espirituales, llenos de su amor, paz, justicia, misericordia y perdón.
P.s John D. Lambraño
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