Viviendo para Cristo

Como creyentes conformamos el ejercito de Cristo que va a traer y producir una transformación en esta nación y en muchas otras, y como el cuerpo de Cristo somos responsables de introducir la gloria de Dios en este mundo en preparación para nuestra reunión con el Señor, el viene por una gran cosecha de personas llenas del Espíritu y llenas de revelación de la Palabra. Si aprendemos a vivir para Cristo vamos a lograr lo que la vida de Él produce en nosotros.

Siendo tan importantes para Dios y para su plan necesitamos prepararnos para lo que viene porque vamos a ser muy usados por Dios, y necesitamos ver lo que tenemos adentro, lo que es Cristo en nosotros y lo que es vivir para Cristo. Necesitamos ser concientes de que somos lo que la Palabra de Dios dice que somos, y que tenemos lo que la Palabra dice que tenemos y que podemos hacer lo que la Palabra dice que podemos Hacer. En 2 de Corintios 5:14-15 dice: “14Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; 15y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.”

Todo fue hecho en Él y para Él

Hablando de vivir para Cristo Todo fue hecho en Él y para Él, todas las cosas que existen en cielo y todas las cosas que existen en la tierra fueron hechas en Él y para Él,

Colosenses 1: 15-16“15El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”

Este pasaje dice que todo fue hecho en Él y para Él, esto nos incluye, de modo que vivir para Cristo debe ser normal para nosotros, a veces nuestras vidas giran tanto alrededor de nosotros mismos pero lo que nos muestra la palabra es que nuestra vida debe girar alrededor de Cristo. Él es el centro de nuestras vidas, es en quien fijamos nuestros ojos, Ya no vivimos para nosotros, de hecho la Palabra dice que ya no vivimos nosotros sino que Jesús es quien vive en nosotros, debemos tomar una decisión de que toda nuestra vida va a girar alrededor de Cristo, que todo lo que somos, todo lo que tenemos y todo lo que hagamos gire alrededor de Él.

Él es el centro del universo, todo fue hecho para girar alrededor de Él, en el cielo y en la tierra, y todo lo que no gire alrededor de Él, será puesto en soledad y aislamiento eternos porque no cumplió el propósito para el cual fue creado. Pero los que estemos girando alrededor de Él seguiremos disfrutando la relación más valiosa y cercana que un ser humano pueda tener.

Ahora mismo en el cielo todos sus habitantes gravitan alrededor de Cristo y su sacrificio, y adoran al cordero. APOCALIPSIS 5: 6 “Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado…”

Aquí vemos al Señor en medio del trono y en medio de todas las criaturas en el cielo, El Señor nos enseñó a orar para que como se hace la voluntad de Dios en el cielo se haga también en la tierra, si todo el cielo gira alrededor de Él, nuestra vida aquí en la tierra debe adoptar las mismas características y así no amoldarnos a la forma del mundo actual sino comprobar la voluntad de Dios al renovar nuestra mente.

El dueño decide que hacer con su propiedad

Somos de Él debemos vivir para Él, Él es el dueño de nuestro espíritu, alma y cuerpo, sometemos nuestro cuerpo a Él, sometemos nuestros pensamientos a Él y con nuestro espíritu que ya esta sometido a Él, lo adoramos en verdad y en el Espíritu Santo (1 COR. 6:19-20).

Cuando alguien es dueño de algún objeto, como un carro por ejemplo, el objeto siempre gira alrededor de la voluntad de su dueño, si el quiere su carro estacionado o lo quiere prestar o mandarle a hacer mantenimiento todo depende de la voluntad del dueño. Si nosotros tenemos claro que Él pagó un precio inimaginable para ser el dueño de nuestro espíritu, alma y cuerpo, entonces también nuestra vida va a girar alrededor de la voluntad del dueño de todo nuestro ser (1 Tes.5:23).

Oidores y hacedores de la palabra

Nuestra comida es hacer lo que Cristo quiere en cada área de nuestra vida, no hemos comido hasta que ponemos en práctica su Palabra y no hemos bebido hasta que nos llenamos hasta rebosar de Su Espíritu, hablando en el Espíritu y cantando en el Espíritu.

JUAN 4:34 “Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.”

Revelación de la gloria del Señor

No hemos crecido hasta que tenemos revelación de quien es Cristo en nosotros y somos transformados hasta el nivel de gloria en que lo estamos viendo, cada nuevo nivel de gloria en que vemos al Señor por medio de la revelación de su palabra, es un nuevo nivel de gloria al que el Espíritu nos hace llegar por imprimir en nosotros con la ley de la libertad, la gloriosa revelación del Cristo glorificado, del Cristo vencedor, del Cristo lleno de gracia y de verdad .(2 Cor 3: 18)

Resuelvo mirar a cara descubierta (en la Palabra de Dios) como en un espejo la gloria del Señor, para ser constantemente transformado en la misma imagen de Él, en un esplendor siempre creciente y de un nivel de gloria a otro nivel de gloria, por medio del Espíritu del Señor.

Cuando lo vemos en un nuevo nivel de revelación estamos viendo quien es Él en nosotros y estamos descubriendo quienes somos nosotros en Él.

Y estamos descubriendo que ya no vivimos nosotros sino Él en nosotros y por eso ya no vivimos para nosotros sino para Él, vivimos para lo que está adentro de nosotros no vivimos para lo que está afuera de nosotros. (2 Cor 4: 16-18) “16Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”

Rev. Saul Tapias