6 ago 2010

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La Torre de Babel

El 26 de julio de 2007 para ser exactos, leímos un artículo en el periódico EL TIEMPO, titulado “La torre de Babel y la confusión de las lenguas”.

En el artículo, el columnista expone varios argumentos para desvirtuar el relato Bíblico acerca del origen de las lenguas, que encontramos en Génesis capítulo 11. Uno de estos argumentos es que en el capítulo 10 versículos 5, 20 y 31 ya se ha hecho mención de la existencia de diferentes pueblos con sus respectivas lenguas y que por lo tanto, según el citado columnista, no tiene sentido que en el capítulo 11 de Génesis se hable del origen de algo que ya existía.

Lo primero que queremos mencionar es que en este argumento se asumen ciertas cosas que no son exactas, por ejemplo: pensar que las cosas están en el orden cronológico en que un lector desprevenido lo asumiría, pues el capitulo 10 de Génesis es un resumen de la genealogía y la descendencia de Noé y su familia y el capítulo 11 es una explicación más en detalle de algo de lo que había sucedido en el capítulo 10.

Esto no es algo fuera de lo común en los escritos de Moisés. Déjeme darle un ejemplo, en Génesis 1, Dios hace un recuento de la creación, incluyendo la creación del ser humano. En el versículo 26 del mismo capitulo Dios dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”; esto sucede en el sexto día de la creación y luego se habla del séptimo día cuando Dios ya había terminado toda la creación. Para la mente occidental el capitulo 2 de Génesis debería seguir el orden cronológico y describir algo posterior a lo que se relata en el capítulo 1, pero en vez de eso, Dios se devuelve a hablar de la creación del ser humano, solo que ahora da más detalles, como podemos ver en Génesis 2:7: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. Note que esto no es orden cronológico sino más detalles de algo que ya se había mencionado pero que ahora es explicado.

Lo mismo sucede con los capítulos 10 y 11 de Génesis, Dios menciona en el capitulo 10 que ya existen diversas lenguas e idiomas y en el capítulo 11 se devuelve a hablar mas en detalle, de como iniciaron los diferentes idiomas.


El columnista del Tiempo, que se identifica como alguien perteneciente a los “escépticos de Colombia”, aduce que los “cristianos fundamentalistas” enseñan que la Biblia no tiene errores y afirma en su artículo que ellos están “mostrando las escrituras como si sus narraciones fueran 100 por ciento fácticas. Esto, sobra decirlo, está creando ciudadanos incapaces de discriminar entre realidad y fantasía, con los problemas que eso conlleva para la democracia.”

Permítame decir que si existen ciertas corrientes del cristianismo que plantean cosas que realmente no tienen fundamento Bíblico, no se pueden comprobar en la Biblia y por lo tanto no se pueden comprobar científicamente. Pero estas corrientes no representan a todo el cristianismo y realmente no representan correctamente la Palabra de Dios. Por ejemplo algunas de estas corrientes cristianas afirman que los días de la creación eran de 24 horas, pero la escritura NO afirma eso en ningún lugar, es obvio aún por la Biblia que los días de Dios no son como los días del hombre, porque cuando se habla de cada uno de los días de la creación, hasta el sexto, se dice que: “Y fue la tarde y la mañana el día primero”....y así sucesivamente, hasta el día sexto, implicando que cada uno de estos días terminó; pero del séptimo día no dice que haya terminado. Por lo visto todavía estamos en el séptimo día, y si el séptimo día ha sido así de largo, los otros también lo fueron.

Es posible que nuestro apreciado columnista del tiempo, haya escuchado ciertas posiciones de algunos cristianos las cuales no tienen fundamento Bíblico y por lo tanto no tienen fundamento científico. Pero si el Dios de la Biblia es el creador del universo, lo que sea realmente Bíblico debe poder sustentarse aun con los últimos descubrimientos científicos, como bien lo demuestran nuestros amigos científicos de RAZONES PARA CREER (www.razones.org). Ellos conforman un grupo de científicos dedicados a demostrar que la Biblia y la ciencia son reconciliables. De hecho la verdadera ciencia demuestra que la Biblia no tiene errores científicos; a medida que la ciencia avanza las demás teorías sobre el origen de la vida y temas similares han quedado desvirtuadas, para dejar solamente una opción: que el universo tiene un diseñador y que el Dios de la Biblia es el diseñador y creador del universo.

Otro de los argumentos que se presenta en ese artículo es el que dice que debido a la altura de la construcción de la torre de Babel, Dios se sintió amenazado por una posible invasión a su dominio. Esto es algo que la Biblia no dice y asumir que Dios se sienta intimidado por la cercanía de algunos mortales es algo que se cae de su peso, pues Él es indestructible. Además Biblia dice que Dios vive en un cielo mucho mas alto, llamado el tercer cielo (2 Corintios 12:2-4). Cada cielo contiene al anterior: el primer cielo está constituido por esta atmósfera que nos rodea; el segundo es el universo entero; y el tercer cielo, donde vive Dios, es más grande que los anteriores. Pero lo sorprendente es que la Biblia dice: “¿quién será capaz de edificarle casa [a Dios], siendo que los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo?...” (2 Crónicas 2:6). Más bien, la razón por la que ellos construyeron la torre, según sus propias palabras, nos indica lo que estaba sucediendo:

“Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.”(Génesis 11:4)

Los seres humanos estaban en desobediencia directa a la orden dada por Dios a Noé de esparcirse y llenar la tierra (Génesis 9:1). Ellos querían concentrarse en un solo lugar y construir una ciudad y una torre como centro de sus actividades, que eran opuestas al plan de Dios. Pero el plan de Dios no falló aunque tuvo que darle una ayudita al ser humano para que lo cumpliera. Así que la confusión de las lenguas causó que se distribuyeran y esparcieran en una forma adecuada para el desarrollo de la humanidad con las mejores características posibles para la condición del hombre en ese momento.

Otro argumento de nuestro apreciado columnista se refiere a que cualquier ingeniero sabría que es imposible construir una torre tan alta. Precisamente Dios quería evitar que corrieran peligro al intentar construir algo que no podía sostenerse y que como ellos estaban decididos a hacerlo, nada podría evitar que se lastimaran, a menos que Dios hiciera algo. Y lo que Dios hizo fue confundir sus lenguas para que abandonaran el proyecto, protegiendo de esta manera, aún a aquellos que estaban en contra de su plan.





Concepto gráfico de un artista sobre la torre de Babel, basado en información arqueológica.

Rev. Saul Tapias

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