QUIEN TIENE EL CONTROL II

Óyeme Bien Satanás

El titulo es una frase del Evangelista Argentino Carl Anacondia, él relata como en su oración después de hablar con Dios habla con Satanás mandándole: ¡óyeme bien Satanás!!. En Mateo 16-18 la roca que menciona Jesús no es Pedro,  la roca es la revelación que tiene Pedro acerca de quién es Cristo y adicionalmente sobre el poder que reposará en la iglesia ya que  ni el mismo infierno podrá prevalecer contra ella.
El punto clave es entender que Jesús tiene control de la tierra solo a través de su iglesia, en Mateo 16-19 Jesús dice: les doy las llaves, que significan acceso, uso y control, esto quiere decir que ahora no están en su poder, ni en poder de Satanás, entonces en poder de quien están? la respuesta es muy sencilla: están en nuestras manos. Jesús  no sacó duplicado de las llaves, aquí en la tierra las mismas están en nuestro poder.

Ahora bien, soy yo quien tiene el control de muchas cosas que pasan en mi vida, no es Dios, no es el diablo, no es el mundo, soy yo el único responsable de permitir o no permitir  que muchas cosas sucedan. Esto ocurre a través de mi fe, en confesión continua de la palabra de Dios. Así que solo a través de mis palabras ato al diablo y sus obras, así mismo abro el cielo y todas las bendiciones que Dios tiene para mi vida. Las puertas del  infierno no prevalecerán contra mí si uso bien las llaves, si hablo y ordeno que las cosas cambien. Es una posición facilista decir que Dios está en control de todo; vemos por la biblia que esto no es verdad, y que en realidad es Satanás el príncipe y dueño de este mundo, solo esto explica el grado de maldad, injusticia, depravación, enfermedad y pobreza imperantes en la tierra. Gloria a Dios porque con la autoridad delegada por Cristo a su iglesia nosotros podemos  cerrar la puerta de  pobreza, opresión, pecado, enfermedad, maldición, escasez y demás, todo esto a través de nuestras palabras. Es  necesario en muchas oportunidades  hablar seriamente con el diablo y decirle: Óyeme bien Satanás; tú ya no tienes poder ni dominio sobre mi vida. Definitivamente es una guerra, aunque para algunos  es más fácil dejar las cosas así, culpar a Dios o en su defecto al mundo.

Concluyamos diciendo que es una mentira que las circunstancias no pueden cambiar, esta idea es  completamente falsa y diabólica, nosotros si podemos cambiar circunstancias, podemos por ejemplo ordenarle al enemigo  que suelte lo que es nuestro. Cuando Satanás quiera colocar opresión sobre nuestra vida, hablamos: ¡¡¡Satanás…¡ Mayor es el que está conmigo que el que está en el mundo! Vemos muchos ejemplos en la biblia consecuentes con esto, es el caso de Moisés con el mar rojo  que cercado por todo lado ora al Señor por ayuda y la respuesta que escucha del cielo es: Porque oras? Levántate y divide el mar, yo te ayudo, pero eres tú Moisés quien lo hace, así sucedió; Moisés extendió su vara (esto es un  tipo de hablar y usar la autoridad) y  el mar se dividió. Otro ejemplo lo tenemos en Josué, él ordenó al sol y a la luna que se detuvieran y estos obedecieron, Dios detuvo el universo solo porque un hombre creyó y  habló.  El punto aquí es: si hacemos nuestra parte que es creer, hablar y  actuar, entonces Dios hará la de él. Las llaves que Jesús nos dio no son de adorno o decoración, son para usarlas y si nosotros no las usamos Satanás las usará en nuestra contra. En Marcos 11-23 Jesús habla una vez mas de autoridad, Primero hablamos con autoridad y luego oramos, es el orden en el que están el versículo 23 y 24. Jesús hablo con muertos, con vientos, con fiebres, con árboles, demonios y todos le obedecieron, él uso la autoridad que tenía. Nosotros también podemos hacerlo, hablemos a nuestro cuerpo, para que se mantenga en salud, ordenemos pues a Satanás mantenerse lejos de nuestras vidas, no rogándole, o suplicándole, ¡no! es ordenándole a él y a sus circunstancias demoniacas que se mantengan al margen de nuestras vidas, solo entonces viviremos la clase de vida que él nos llamó a vivir, tomando el control y viviendo en victoria.

Rev. John Romick