Es importante entender la autoridad del cristiano debido a que en su ministerio aquí en la tierra Jesús caminó en autoridad y hemos sido llamados a imitarle. Respecto a la autoridad que tenemos en Cristo es necesario comprender dos cosas: la primera tiene que ver con que se debe permanecer bajo autoridad si se quiere ejercer la misma. La segunda habla de la revelación de esta autoridad pues se trata de la potestad que Cristo entregó a su iglesia para cambiar circunstancias, por ello no debe ser tomada a la ligera.
Permítame introducir el primer aspecto. Vemos por la palabra que la autoridad no funciona si no estamos bajo autoridad, por esto es necesario someternos a Dios y a las autoridades que él ha dispuesto sobre nosotros. Así que nos sometemos a Dios y a su palabra para luego resistir al diablo y obtener la victoria. Sabemos que en la actualidad un policía o militar regular debe cumplir con varios requisitos: el primero es reconocer sus línea de mando, el segundo es permanecer en el lugar que le han asignado, en el sitio apropiado, el tercer requisito nos habla de la excelente comunicación que debe mantener con sus superiores y el cuarto tiene que ver con el conocimiento de las armas y su respectivo uso. Finalmente este policía debe conocer la ley para saber que es bueno o malo y de acuerdo a ello impartir justicia, no puede arrestar a alguien si no conoce la ley. En la vida Cristiana sucede algo muy parecido a este ejemplo en lo natural, Marcos 13-34 Jesús nos habla de un hombre que se fue lejos no sin antes designar un trabajo y el poder o la autoridad suficiente para efectuarlo. Luego como hijos de Dios debemos ejercer Autoridad como policías de Dios aquí en la tierra. Mateo 11-12 nos dice que el reino de los cielos sufre violencia y los violentos, es decir la iglesia lo conquista por la fuerza. Tenemos autoridad, Efesios 2 dice que el Señor nos resucito y nos hizo sentar sobre toda cabeza y potestad, él despojó a los principados y potestades y los exhibió en la cruz.
El segundo aspecto tiene que ver con recibir revelación de esta autoridad delegada por Cristo a la iglesia. Mateo 18-18 la traducción original del griego de las palabras atar y desatar son permitir y no permitir, esto quiere decir que es tu responsabilidad permitir o no permitir que las cosas sucedan, que es tu tarea creer esto y hablarlo; no está bien decir religiosamente “si Dios permite esto o aquello pasará”, pues soy yo quien consiento que esto o aquello ocurra o no, tenemos Autoridad solo sobre nuestras vidas. La revelación es que tú tienes la autoridad delegada por Cristo a la iglesia. Tenemos la palabra y la autoridad de Cristo, ahora nuestro trabajo es hacerlo que nos corresponde. En Marcos 11: 12-14 Jesús maldice la higuera, ata la higuera, nosotros atamos (no permitimos) cosas infructuosas, atamos lo que es pecado, atamos lo que no está trayendo fruto. En Juan 11:44 vemos un ejemplo de autoridad para desatar, Jesús habla con autoridad respecto a Lázaro: Desatadlo y dejadlo ir. Jesús podía haberlo hecho, pero su parte estaba cumplida resucitándole, ahora era trabajo de los discípulos desatar a Lázaro.
La gran conclusión es que hoy Cristo ya ha hecho su parte dando resurrección y vida, es ahora nuestro trabajo como iglesia desatar al mundo de la opresión, muerte, pobreza y enfermedad que el diablo ha traído sobre ellos y llevarlos a vivir la vida que Cristo con su muerte conquisto para ellos en la cruz.
¡Tenemos autoridad en Cristo!
Rev. John Romick
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